Se estima que alrededor del 70% de la población de África subsahariana no tienen acceso a una red eléctrica convencional.
Para solventar ese problema se ha creado un gran invento llamado soccket, un balón generador de energía que aprovecha la energía cinética para cargarse y tiene un acople de leds en la válvula del balón, que podría convertirse
en una lámpara funcional.
Esa solución no solamente va a proporcionar electricidad a numerosas familias, si no que también será beneficioso
para el medio ambiente, ya que en países como Uganda las lámparas de queroseno iluminan el 95% de los hogares y generan un humo denso y oscuro que pinta de negro los techos de las viviendas. En otros casos se utilizan velas, lámparas de aceite y luces de gas que producen numerosos incendios y contaminación.
Una quinta parte del planeta vive a oscuras por lo que la electricidad de nuestro presente es su futuro, por ello ideas como el soccket convierten los conceptos básicos en una realidad muy práctica. Convirtiendo uno de los deportes más famosos y practicados como es el fútbol, del mundo en una buena puerta de entrada hacia el mundo desarrollado.
Por ello, allá donde se implique la virtud, la electricidad seguirá siendo capaz de revolucionar el mundo.
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